lunes, 22 de septiembre de 2008

PARÁBOLAS DE LUZ,

ÁNGELES DE SEVILLA

1

Como podrán ver mas adelante esto que vamos a publicar es la recopilación de datos que se unieron para formar un libro que en su momento se escribió y ahora en un tiempo donde está mucho mas cerca el desenlace del porqué y el para qué de estos hechos, que no es una historia, es la única y verdadera historia que están viviendo un grupo de hermanos que creen sin lugar a dudas que está próxima la Segunda venida de Nuestro Señor y que por lo tanto nos toca preparar los caminos del Señor para cuando El crea oportuno hacer a la Luz lo que en su día fue escrito en el libro de la Sagrada Palabra.

No es fácil transmitir lo que desde hace aproximadamente 16 años estamos viviendo, pero lo vamos a intentar con la honestidad propia de la que estamos siendo formados desde 1992.

A Leopoldo—David, canalizador de la palabra de los Ángeles, alma y guía del Grupo.

A Lemura, Oxival, Zola, Azmiel y Azmanael, por sus mensajes, inspiración y guía.

ÍNDICE

PRIMERA PARTE HECHOS Y PROTAGONISTAS

Introducción.

CAPITULO I: LEOPOLDO. Antecedentes de la Hermandad de la Luz.

- Infancia.

- Juventud y madurez.

- Sentimientos religiosos.

- La escritura automática.

- Personalidad de sus Comunicantes.

- La gran Visión.

- La misión: primeros pasos.

- Las pruebas.

- Un hombre asistido por Seres de Luz.

- Primeros grupos.

- Leopoldo es DAVID.

- Y DAVID es "Uno de los Nuestros".

CAPITULO II: ANGELES DE DIOS FUNDAN EN SEVILLA LA "HERMANDAD DE LA LUZ".

- Antecedentes históricos.

- Los "Hermanos de la Unión en el Señor".

- La "Noche bruja".

- Una visión color naranja

- Primer mensaje: ZOLA.

- Mensaje de Adviento: LEMURA.

- Mensaje a los jóvenes: OXIVAL

- Reuniones domésticas.

- Invitación oficial.

- El "Si de los Ángeles".

- Primeras dudas.

- Nacimiento de "La Hermandad de la Luz".

CAPITULO III : DESARROLLO DE LA HERMANDAD DE LA LUZ: DISEÑO Y ORGANIZACIÓN.

1.992: Año Santo bajo el signo de Acuario.

Los orígenes de la Hermandad.

¿Una Nueva Alianza?

Titulares de la Hermandad.

Denominaciones y perfiles.

Misión de los Hermanos de la Luz.

Caracteres esenciales:

- sin líderes

- carismática

- universal

- esotérica.

- Organización.

- Liturgia de la Hermandad.

- "EL CARTION": naturaleza y significado.

- Primera ceremonia de "Entrega de Cartiones".

- A qué compromete el juramento.

- La diez Reglas de los Hermanos de la Luz.

- Nombres en clave.

- Número en clave: el "222".

CAPITULO IV: LA INICIACIÓN DE LOS HERMANOS DE LA LUZ (I): SUBIDAS A LA MONTAÑA.

- 1ª Subida: Subida de la fe.

- 2ª Subida: de la esperanza.

- 3ª Subida: de la caridad.

- 4ª Subida: del "amor dado, amor regalado".

- 5ª Subida: "Hablará el Ángel del viento".

- 6ª Subida: "Dones confirmados".

- 7ª Subida: aplazada sine die.

- Parábola de Luz

- Aplazamiento

- Cuatro durísimas escaladas.

- "La Puerta de la Pirámide".

- "El Circulo Blanco y el Circulo de Captaciones".

CAPITULO V: LA INICIACIÓN DE LOS HERMANOS DE LA LUZ (II):

PERIODO DE PRUEBAS.

- Sentido de las pruebas.

- Clasificación de las pruebas.

- Pruebas individuales.

— Pruebas de la mente.

— Pruebas del corazón.

— Pruebas de soledad, incomprensión y persecución.

- Pruebas de Grupo.

— Frustración en Pedrera.

Se suspende la Programación.

Interviene la Guardia Civil

CAPITULO VI: LAS VICISITUDES DE LA HERMANDAD DE LA LUZ.

- Fallos más comunes:

- Fallos de la mente.

- Fallos de los sentimientos.

- Incoherencias de la voluntad.

— Altibajos de la Hermandad.

- 1ª Fase: Marzo y Abril de 1.992

- 2ª Fase: Abril.

- 3ª Fase: Mayo

— 4ª Fase: Junio, Julio y Agosto.

— 5ª Fase: Septiembre y Octubre.

— 6ª Fase: Noviembre y Diciembre.

— 7ª Fase: Enero cíe i.993: Comunicación de Aniversario.

- Crisis de Leopoldo.

- "Ultima entrega de Cartiones".

- La gran reacción del Grupo.

- Los abandonos.

- Aviso para navegantes.

- El error de los Templarios y Rosacruces.

CAPITULO VII: LAS CREDENCIALES DE LOS ANGELES. (I)

- EXPERIENCIAS PARANORMALES.

Clasificación de las experiencias:

los sueños.

fenómenos de Luz.

fenómenos de radiaciones.

experiencias de olor.

experiencias con el viento.

curaciones.

viajes astrales.

éxtasis o trances.

experiencias con coches.

luz y sonido.

nuevos médium.

materializaciones.

-experiencias en "el Circulo Blanco".

CAPITULO VIII: LAS CREDENCIALES DE LOS ANGELES. (II)

LA TRANSFORMACIÓN DEL CORAZÓN.

— La pedagogía de los Ángeles.

— Elevación de las ondas vibratorias.

— Tiempo de alquimia: por los frutos los conoceréis.

— Contactados para una misión.

— De cómo se confirma lo dicho con muchos ejemplos.

CAPITULO IX: LAS CREDENCIALES DE LOS ANGELES. (III)

LOS COMUNICADOS.

— Características generales de los comunicados.

— Su estilo.

— Contenidos.

— Destinatarios.

— Finalidad:

- Transfiguración del presente

- Memorial del pasado

- Preparación del "Retorno de la Luz".

— Interpretación de los Comunicados.

— Impostores ambiciosos.

— Mentes dormidas.

— Reglas de interpretación.

— Valor de credenciales.

— Origen angélico y divino de los Mensajes.

CAPITULO X: LOS ANGELES DE SEVILLA.

— ¿Existen los Ángeles?

— Los Ángeles de Sevilla se definen:

— Naturaleza de los Ángeles.

— Los Ángeles y Dios.

— Dimensión humana de los Ángeles.

— Sus capacidades.

— Sus sentimientos.

— Diversidad de Ángeles

— Las Jerarquías Celestes.

— Cuatro Arcángeles.

— Ángeles de la oración.

— Ángeles de la Justicia.

— Ángeles Custodios.

— Ángeles Esenios.

— Ángeles Rosacruces.

— Ángeles del viento y el agua...

— Los Ángeles de Sevilla: Lemura, Oxival, Zola, Azmiel y Azmanael.

— Misión de los Ángeles de Sevilla.

— Los Ángeles no son francotiradores.

— La adoración de Dios.

— La ayuda a los hombres:

— Los Ángeles cultivan nuestros espíritus.

— Los Ángeles son nuestros Guías.

— Iluminan y llevan al Conocimiento.

— La vigilancia del Universo.

— La preparación del Retorno de Jesús.

— Las buenas maneras de los Ángeles.

— Tiempos de Ángeles.

SEGUNDA PARTE: LAS ENSEÑANZAS DE LOS ANGELES,

CAPITULO XI: EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA Y LA EVOLUCIÓN DEL ESPÍRITU.

— La evolución del espíritu: el despertar

— Evolución es dar primacía al espíritu.

— Evolución es dar primacía al espíritu sin descompensar la materia.

— Los antivalores de la materia:

la ambición de dinero.

la sed de prestigio.

la ambición de poder.

El combustible de la evolución:

la oración.

la meditación.

CAPITULO XII: LA BÚSQUEDA DE LA SABIDURÍA Y LA ARTESANÍA DEL AMOR

1. LA BÚSQUEDA DE LA SABIDURÍA.

La Sabiduría anda suelta, pero está oculta.

— Esencia de la Sabiduría:

— es un don gratuito.

— es interior al hombre.

— es universal y nada sectaria.

— se manifiesta con sencillez

— es silenciosa.

— Los requisitos para adquirir la Sabiduría:

— el deseo.

— la interiorización.

— la conducta coherente.

— Fe y Sabiduría.

- 2. LA ARTESANÍA DEL AMOR.

— El amor es la única razón de la vida.

— Tres premisas de marcha.

— Amar es "ayudar sin esperar nada a cambio".

— Amar es "estar siempre en la brecha del necesitado".

— El amor no hace distinciones.

— Las diversas maneras de ayudar al prójimo.

— La rentabilidad del amor.

— El amor congrega y unifica:

— perdón.

— comunicación de sentimientos.

CAPITULO XIII: EL TALANTE DE LOS HERMANOS DE LA LUZ.

— Un hombre libre.

— Un hombre tolerante.

— Un hombre con alma de niño

— En simbiosis con la naturaleza.

— Un hombre de espíritu fuerte.

— Un hombre educado.

— Caminante de la esperanza.

CAPITULO XIV: PREEXISTENCIA Y EXISTENCIA DEL HOMBRE: ANGELES CON LAS ALAS CORTADAS.

1. LA PREEXISTENCIA.

- Somos ángeles.

- La nostalgia que nos invade.

- El hombre es un "holograma" del Universo Holográfico.

- Ángeles con las alas cortadas.

2. LA EXISTENCIA.

- Naturaleza del Ángel caído:

- Los restos del naufragio.

- Un ser original y diferente.

- Un ser de energías.

- Espíritu y materia.

- Dotado de cuerpo mental y emocional.

- Sentido de la existencia:

— Qué es la existencia.

- Claves hermenéuticas de la existencia:

- La dialéctica entre LUZ Y TINIEBLAS.

- La Experiencia del ÉXODO.

— Equipamiento del hombre para vivir en la tierra:

- La Gracia de Dios.

- La fuerza del corazón limpio.

- Los Carismas del Espíritu.

- La SANACION ESPIRITUAL.

CAPITULO XV: LA POST-EXISTENCIA DEL HOMBRE. EL MAS ALLÁ Y LAS POSTRIMERÍAS.

— Sentido de la provisionalidad, alta tensión escatológica.

— Las postrimerías del ser: generalidades.

— La muerte no existe.

- El Juicio: ideas clarificadoras.

- ¿Infierno para siempre?

- La Vida _Eterna.

La Reencarnación:

- entre la esencia y la existencia.

- El testimonio de los Ángeles.

— La reencarnación es justa y necesaria:

- "El llanto del Padre".

— Siete vidas rompen la raíz familiar.

- Programación de una nueva existencia,

— Oportunidad para aprobar asignaturas pendientes.

- La Ley del KARMA.

CAPITULO XVI: LOS ANGELES HABLAN DEL UNIVERSO.

- 1. EL UNIVERSO: PUERTAS DIMENSIONALES Y HABITANTES DEL UNIVERSO.

- Origen y sentido del Universo.

- Otras dimensiones o habitats

- Dos mundos.

- Puertas dimensionales.

- El Astral.

- Los Agujeros Negros.

- Habitantes del Universo.

- Los Ángeles apuestan por "la Hipótesis Gaia".

- Significación del espacio y el tiempo: Cronos y Kairos.

- 2. LAS LEYES DEL COSMOS.

- Aspectos generales de la Ley Cósmica.

— La primera Ley: la Ley del Amor y la Unión

- Las Leyes Herméticas, según los Ángeles:

— Ley del Mentalismo.

— Ley de la Correspondencia.

- Ley de la Vibración.

- Ley de la Polaridad.

— Ley de Causa y Efecto.

CAPITULO XVII: TIEMPOS DE APOCALIPSIS.

Apocalipsis y escatología:

- alegato contra el milenarismo. Señales de alarma:

- Una década para las fuerzas del mal.

- La Luz se ha apagado.

- Confusión y deshumanización.

- Últimos coletazos. Tiempos de Apocalipsis:

- Significación del Apocalipsis.

- Señales apocalípticas en la tierra: la venganza de Gaia.

- Señales de Apocalipsis en los cielos. La escatología de los Ángeles: el final de unos tiempos.

- El Retorno.

- El Juicio.

- La Sentencia.

Nuevos tiempos y Nueva Tierra:

- No al catastrofismo.

- El futuro del hombre está en sus manos

- Tiempos Nuevos—Nueva Tierra.

CAPITULO XVIII: PROGRAMACIÓN EXION-99.

- Importancia y misterio de EXIÓN—99

- Significado y alcance de EXION-99.

- Exión es lugar seguro.

- Exión es proyecto de Dios.

- Exión es transfiguración colectiva.

- Exión es información privilegiada.

- Las claves de EXION-99.

- EXIÓN es CON/EXION

- EXIÓN es MONI/EXIÓN

- EXIÓN es EXENIO

- EXIÓN es MOIXE

- EXION-99

- EXIÓN y Juan el Bautista.

CAPITULO XIX: INSPIRACIÓN CRISTIANA Y ESOTÉRICA DE LOS MENSAJES. (I)

- 1. EL DIOS de los Ángeles de Sevilla.

- Dios no hay más que uno.

- Dios es Trinidad de Amor.

- Dios es Energía Personal que crea y salva.

- Dios está en nuestra intimidad y en nuestra conciencia.

- Dios es Providencia.

- DIOS ES NIPÍO.

- 2. LOS ANGELES CREEN EN JESUCRISTO.

- Jesucristo y la Religión Universal.

- Diseño global de Jesucristo.

- Jesucristo, Principio de la Luz y la Vida.

- Jesucristo, sentido de la Vida y horizonte de la historia.

- 3. EL AMOR DE LOS ANGELES A MARÍA, MADRE Y VIRGEN.

- Donde está la virgen no hay secta.

- María es la Madre de Dios.

- María es MADRE Y VIRGEN.

- María, "abducida a los cielos".

- María, Madre de los hombres y del Universo,

- Los Ángeles dan testimonio de las apariciones.

- Los Ángeles promueven las devociones marianas.

- Ángeles, Semana Santa de Sevilla y ESPERANZA MACARENA.

CAPITULO XX: INSPIRACIÓN CRISTIANA Y ESOTÉRICA DE LOS MENSAJES. (II)

- 4. LOS ANGELES HABLAN DE LA IGLESIA.

- Comunicado escalofriante.

- El pensamiento de los Ángeles sobre la Iglesia:

- Diagnóstico de urgencia.

- No divorciaros de la Esposa de Cristo: Es Una y Universal.

- Una nueva filosofía para la Casa de Dios.

- 5. FIDELIDAD A LAS SAGRADAS ESCRITURAS.

- Citas globales.

- Referencias constantes a la vida de Jesús.

- Citas textuales de la Biblia.

- Uso libre de los textos.

- 6. LOS ANGELES HABLAN DE LAS RELIGIONES.

- Crítica de las Religiones.

- Sus valores.

- La Iglesia y la Religión Universal.

- La religiosidad popular.

- 7. INSPIRACIÓN ESOTÉRICA DE LOS MENSAJES.

- El magisterio esotérico no es una alternativa a la Palabra de Dios.

- Los Mensajes revelan la dimensión esotérica de los Libros Sagrados.

- Esoterismo de Esenios.

- Significación esotérica de la Montaña.

- Esoterismo del lenguaje.

- 8. CONCLUSIÓN.

INTRODUCCIÓN

"Lo que hemos visto y oído no lo podemos silenciar". Es tan sorprendente todo lo vivido, que será muy difícil que el lector lo pueda aceptar sin más. Y bastante tendremos que agradecer si en sus apreciaciones solamente nos tilda de locos y megalómanos.

No son exageraciones de hombres del sur, de fantásticos y locuaces sevillanos, enfebrecidos por las altas temperaturas del gran evento de la Exposición Universal. Los que a priori no están por la labor de admitir "zarandajas y cuchufletas de visionarios e iluminados", argumentarán su rechazo con razonamientos tópicos, precocinados en los hornos de una ciencia, sometida al imperio de paradigmas en decadencia.

En Sevilla están ocurriendo cosas muy importantes, que afectan directamente al futuro de la humanidad... Por ahí puede asomar la megalomanía. Ángeles de Dios "planean" por los cielos sevillanos buscando hombres y mujeres que se apresten a reeditar en años venideros, muy cercanos, la palabra y el trabajo de Juan Bautista: preparar los caminos de Jesús, que vuelve... Por ahí asoma, descarado, visionario, la alucinación, la locura colectiva, el Apocalipsis truculento y teatral...

Sin hacer ruido, silenciosos, semilla oculta en los surcos de la tierra sevillana, los Hermanos de la Luz transforman en corazón de carne sus corazones de piedra, bajo la tutela segura y estimulante de unos Ángeles, alquimistas ellos, que se hacen llamar Lemura, Oxival, Zola, Azmiel y Azmanael... Sus comunicaciones son frecuentes; sus señales, multiformes y plenas de evidencia. Somos testigos de un impresionante fenómeno de "channeling" de los mundos angélicos o del "Más Allá", con los mundos del hombre que habita el planeta tierra. Y no es el morbo o la curiosidad humana el objetivo de tan excepcional comunicación. Los Ángeles vienen de parte de Dios; son sus mensajeros por definición. Y se nos están manifestando para cumplir con diligencia y fidelidad un proyecto del Padre, elaborado meticulosamente.

Los Ángeles nos invitan a escribir un libro.

Los rigores del invierno parecen ir cediendo y la semilla comienza a manifestar el primer fruto de su tallo verde, pequeñito, tierno, inmaduro... Es hora de aparecer a la luz pública. Que no se ponen las luces bajo la mesa, sino sobre el celemín evangélico. Los Ángeles lo tienen todo bien atado... Un día se dirigen al grupo en los siguientes términos:

" Pensadlo; pues si dais un sí a todo lo comunicado y a lo mucho que está por llegar, escribiréis un libro. Lo dejamos a vuestro gusto, sutileza e inteligencia. Lo llamareis "La salvación es la parábola".

(Zola, 22.4.92).

Y nos invitaron a nosotros, que nunca hemos intentado escribir. Sin embargo, comprendimos que la invitación no era cuestión de gusto y aptitudes, sino más bien de sentido de responsabilidad y de toma de conciencia. No podíamos negarnos, aunque grandes fueron nuestras resistencias instintivas. Es ésta ópera prima de autor, sorprendido en la magia envolvente y liberadora de palabras llovidas de cielos muy altos, de planos dimensionales inundados de Luz que jamás ciega. Neófitos de la pluma, conscientes de nuestras limitaciones y de la calidad y cantidad de nuestros mimbres, afrontamos el compromiso, confiando en la asistencia y en la Luz de nuestros celestes Comunicantes.

Apenas fueron captadas las vibraciones afirmativas de nuestra mente, los Ángeles anunciaron de inmediato que "Parábolas de Luz" era el primer libro de una trilogía.

"Seguiremos comunicando en esta línea para "El Retorno" y prometemos que "El Triunfo" llegará.

(Azmiel y "los Siete", 1.5.92)

En la carátula de los dos próximos libros, sendos títulos para completar la trilogía: "El Retorno de la Luz" y "El Triunfo de la Luz".

Cuando faenábamos buscando la estructura de este primer libro, nos llegó una seria advertencia de los Ángeles para desalojar de nuestra mente cualquier intención crematística y orgullosa. Las consecuencias podrían ser contraproducentes.

"Encargamos muchos libros. Unos dieron el fruto apetecido y otros, sabores amargos". (Oxival, 18.9.92)

No existe, ni nuestros hermanos de “arriba” lo permiten que el dinero circule en nuestra Hermandad. El dinero es causa de divisiones y sobre todo en una Hermandad donde su premisa es la evolución espiritual. Es aquí donde no nos permiten contemplar ni tan siquiera pedir al grupo una pequeña cantidad de dinero para comprarle unas flores a nuestro altar. Aquel hermano que tenga interés en adornar el citado, individualmente si puede comprarlas, pero nunca pedir dinero a los hermanos. Es esta una palabra que está totalmente prohibida, ya que si el pedir dinero estuviere permitido, este grupo seria lo mas parecido a una secta y nada mas lejos en los pensamientos de DIOS.

Satisfechos con la buena disponibilidad demostrada, Lemura promete ayuda y luces abundantes y me lanza una segunda advertencia: no faltarán "críticas malolientes", a las que, en su momento, no deberemos prestar la menor atención.

"Y para ti. Grupo querido, os damos señales de un conocimiento que ya teníais y que ahora agudizamos. Podéis sacar apuntes de todo lo dado. Sobre "El Retorno de la Luz" te decimos que no debes prestar atención a los pensamientos y críticas malolientes. Lamentamos la envidia y el egoísmo de muchas de estas perlas negras. Pedid con amor, para que la Luz os saque de cualquier duda. Y para ti, Luz del amor, Luz de la caridad, Luz de la fe, Luz de la misericordia, Luz de la virtud, Luz de la vida, Luz de la esperanza. Damos de la Luz de Rafael, de la Luz de Gabriel, de la Luz de Uriel y de la Luz de Miguel".

(Lemura y otro Hermano, 3.6.92).

Reconfortado con estas palabras, el grupo se puso a completar los comunicados generales con otros muchos dirigidos a personas en particular. Rápida y diligente fue la colaboración de los Hermanos de la Luz. Una vez en posesión de toda la documentación posible, —era muy difícil localizar a cuantos habían recibido un mensaje— nos dedicamos a trocear el abundante material acumulado, almacenando fichas y más fichas...

A los pocos días, inesperadamente, y acomodándose a las vicisitudes del tiempo y a los modos humanos, los Ángeles ensayan nuevos títulos para este primer libro.

"Parábolas de Luz" es título que también agrada. Deseais como deseamos. Son diálogos de Ángeles. Ángeles que cuando el Padre lo ordena, pisan la tierra, conviven los Seres de Luz y se hacen materia; escuchan vuestros diálogos y ven vuestros hechos. Comparten los sentimientos y trabajan a vuestro lado. Pero jamás intervienen en vuestro libre albedrío..."

(Azmiel y los Siete, 1.5.92).

Dos días más tarde sugieren: "Parábolas de Luz", "La Luz se hizo parábola"... como prefieran titular los Hermanos. No deseamos discusiones. (Lemura a una Hermana, 3.5.92).

Dos palabras ' van ganando consistencia: "parábola" y "Luz". Once meses después, conocida la evolución del pensamiento del grupo, Lemura da por concluida la búsqueda del título más adecuado:

"Daréis un nuevo titulo: "Parábolas de Luz. Ángeles de Sevilla". (Lemura, 27.4.93).

Y así quedó definitivamente.

Cuando la Luz penetra la materia, ésta se convierte en parábola, en símbolo, en signo y significación. El Verbo se encarnó en la materia y se hizo parábola. Toda la creación es parabólica, en ella se repliega la matriz de todo lo creado, en lo visible está encerrada la huella de los mundos invisibles... Aprovecharemos el rico filón semántico.

Los Ángeles nos van dando los ejes fundamentales del discurso, para que no nos desviemos un ápice de sus intenciones.

"De la información recibida, sacaréis el jugo necesario para "Las Parábolas", comienzo de un mensaje en Luz para los que buscan la Verdad. Es deseo de muchos que dirijamos palabras de vida y os daremos la semilla "del que resucitó de entre los muertos", para que germine en amor y dé el gran consuelo a todos los afligidos de este mundo vuestro, llamado Tierra.

"Yo, Azmiel, con mi Hermano Lemura, el que dirige la morada de Luz "Exilon", estamos autorizados a dar a nuestros Hermanos de la Tierra unos comunicados que serán escándalo para muchos y un gran consuelo de amor, espiritualidad, verdad, Luz y amores para otros". (Azmiel y los Siete, 1.5.92)

Los Ángeles tienen muy claro quiénes son los legítimos destinatarios del mensaje contenido en el libro:

"Sólo pedimos amor y sólo deseamos que "Parábolas" llegue en su esencia a lo más profundo de todos aquellos que buscan la verdad". Azmiel, 11.5.92).

Los resultados del trabajo van tomando cuerpo poco a poco. El grupo quiere saber si el camino emprendido es el correcto. Y recuerda que cuando aceptó el delicado compromiso de escribir el libro. Le aconsejaron que utilizaran su ingenio y esperaran el "visto bueno" de todo lo elaborado.

"Utilizaréis vuestro ingenio y, según veamos, iremos autorizando y dando información. Lo astral comparte y entra en el espíritu. Todo está atado. Hasta el último de vuestros cabellos está contado. La semilla germina y da frutos con aromas de madre, cuando es regada con las lágrimas del amor. Es Madre la tierra; es Padre el Creador. Somos Hermanos en la Luz; somos Hijos del Amor". (Azmiel y los Siete).

Y así fue sucediendo. Allá por el mes de agosto de 1.992 recibíamos las primeras impresiones angélicas sobre el trabajo hasta entonces realizado.

"Mucho nos agrada el fino e hilado trabajo que se está formando en letras de amor, Luz e intuición. Será refrescante para muchas conciencias, que están dormidas, en la Luz, la Verdad y el Amor". (Oxival, 26.8.92).

El libro iba tomando forma y engordando a salto de mata. Nuestro horario de trabajo y otras responsabilidades adyacentes en el Grupo, limitaba las horas disponibles para madurar más de prisa la criatura engendrada en nuestro seno.

Por fin podíamos entregar el primer capitulo a Leopoldo—David para que nos hiciera llegar a través de su acción mediúmnica, 1a opinión de nuestros Guías.

"Luz verde para el camino,. Despertareis muchas conciencias dormidas. En verdad escribís. Vuestro talento dormido salvará muchas almas..."

(Lemura 27.4.93).

Sucesivamente fueron llegando nuevos capítulos. El visto bueno nos llegó por medio de la escritura automática en los siguientes términos:

"Para vosotros. Fijamos vuestra fe; damos aliento. Vuestra honradez complace y vuestra forma de expresar nos hace sonreír en paz.

Luz, amor y unión. Seguid; no quitamos ni ponemos. Vuestro lenguaje es sencillo y claro. Entrará en los corazones y muchos, que están muy cerrados, los abriréis.. Os lo aseguramos. Estáis dando Verdad y estáis confirmando deseos del Padre y misiones encomendadas a Ángeles..." (Lemura, 4.6.93).

El pasado mes de agosto de 1.993 tuvimos oportunidad de encontrarnos con Leopoldo—David en casa de una Hermana. Le entregamos los resultados de nuestros últimos esfuerzos y pedimos, por última vez, orientación. La respuesta fue rápida, breve y la "escritura", radicalmente automática. Varios fuimos testigos.

"¿Hermanos, referente al libro, podéis comunicar? "Sí. Estamos con vosotros. Seguid. Os amamos. Sois Guerreros en el amor del Padre". (2ola, 11.8.93).

Cuando, por fin, Leopoldo-David tuvo el libro completo en sus manos, las lágrimas rodaron por sus mejillas, como en otras ocasiones. Y nos dijo: tengo que llevar el libro a la montaña, y de allí no he de bajar hasta que me lo sellen con su aprobación. . . '

A ninguno nos ha sorprendido. Por eso jugamos fuerte. Siempre legítima, sea cual fuere el resultado. Nuestro papel consiste en dar testimonio puntual de lo ocurrido. Y a eso nos atenemos con fidelidad y respeto.

Y lo volvemos a repetir. Vaya por delante que este 1iDro tiene un carácter testimonial. Queremos y debemos contar lo que está ocurriendo aquí y ahora. Y por mucha carga subjetiva que arrastre el testimonio, nos gustaría quedara claro, desde el primer momento, que hablamos de hechos "objetivos". A estas alturas, nos resulta imposible entender todo lo que nos está ocurriendo Dos los caminos hermenéuticos de la psicología moderna. Sencillamente porque sus interpretaciones no responden con justeza a lo que hemos vivido, tanto en privado como en grupo.

Cuando los Hermanos de la Luz afirman que los Ángeles se están manifestando en Sevilla de mil maneras, no piensan en ningún momento que se trate de "personificaciones de los transmisores de los contenidos del inconsciente colectivo"; de "personificaciones de la llegada a la conciencia de algo nuevo, que nace del inconsciente profundo". Cuando dicen "Ángeles", no los están equiparando a esos "habitantes del inconsciente, que se dan a conocer en sueños, fantasías y visiones". No somos nadie para minimizar la enorme importancia y el alcance interpretativo de la psicología profunda del esotérico Juan. Pero no nos cabe en la cabeza que lo que estamos experimentando sea simplemente "una erupción general de arquetipos", "experiencias internas de naturaleza numinosa, que conectan al hombre con el mundo arquetípico del inconsciente". Los que han visto, oído, sentido, palpado, olido, personalmente o como grupo, no tienen ni remota idea de cómo ellos mismos han podido "producir o crear entidades psíquicas", aunque lleguen a aceptar sin reticencias que toda idea es "inherentemente psicocinética o psicoplástica", es decir, que tiende a materializarse... Los Hermanos de la Luz no creen que sus experiencias sean un "producto psicocinético de la mente inconsciente del Grupo", "simple manifestación de una alteración en el inconsciente colectivo". Tampoco nos resignamos a ver a nuestros Ángeles como "los reconciliadores psíquicos de la vida inconsciente con la consciente"; como "los reconciliadores del mundo de los sueños con el de nuestra vida diaria".

Sin embargo, no podemos negar ciertas semejanzas y el hecho de que en algunos individuos concretos la interpretación psicológica de Jung haga perfecta diana.

De todos modos, no estamos por la labor de caer en el reduccíonismo psicológico de querer encontrarlo todo suficientemente explicado en el cajón de sastre del "Inconsciente colectivo". Las posturas preconcebidas, las ideologías materialistas, salvajes reductoras de mundos invisibles a los sentidos de la materia, difícilmente podrán aceptar la objetividad de cuanto estamos viviendo. Las ilusiones, las alucinaciones, las proyecciones de la mente, los sueños, el exceso de imaginación, los productos de la fantasía y la necesidad psicológica no explican, ni de lejos, la "realidad objetiva" de todo cuanto estamos experimentando, sin antes comerlo ni beberlo.

Creemos que los Ángeles que nos visitan son "entidades auto existentes", inteligencias vivientes, que proceden no de mundos eterices, sino de altísimas dimensiones inundadas de Luz divina, de la que son sus Mensajeros; campos de conciencia personales. Seres de Luz muy espirituales, que viven en la presencia de Dios, de quien proceden, y no del Inconsciente colectivo. A ellos los consideramos nuestros Maestros inmateriales. Guías Ínter dimensionales que están llenando de Luz nuestras mentes, que despiertan y expanden nuestra conciencia y que vienen de parte de Dios para cumplir una misión e involucrarnos libremente en ella.

Algunas observaciones.

El lector es muy libre de pensar lo que quiera. Pero sentiríamos mucho que se acercara a las páginas de este libro con el prejuicio de la secta en el entrecejo. Damos testimonio para unir y no para separar. Somos "simbólicos"; jamás "diabólicos". Un día, Oxival nos dijo: "Permaneced unidos en Cristo y su Casa jamás se extinguirá; amaros los unos a los otros y su Hogar no se derrumbará; no divorciaros de su Esposa y las estrellas no caerán"... (Oxival, 16.1.92).

Sólo la mala voluntad, el empecinamiento y la profesión de una ortodoxia artrítica y esclerótica podrían tacharnos de sectarismo. Porque las razones de nuestra inocencia son evidentes. Nos remitimos a la lectura desapasionada del libro. En ella encontrará sobrados argumentos para desechar cualquier duda al respecto. Ninguna de las características de la secta tiene nada que ver con el talante de los Hermanos de la Luz. Ni seguimiento ciego del líder, que no existe; ni apartamiento de la familia, que estimamos "lo más importante del Universo"; ni holocausto de la racionalidad y la libertad, porque todos debemos "respetar la libertad de acción y pensamiento de cada Hermano"; porque muchas son las ramas del Árbol de la Verdad; porque muchos son los caminos que nos llevan al corazón del Padre; porque todo Hermano tiene la puerta abierta para entrar y salir, sin complejo alguno de culpabilidad...

Acérquese a nuestra experiencia con alma de niño y prudencia de adulto y le aseguramos que sabrá encontrar las razones de los Ángeles. El susurro de su voz le invitará a despertar y expandir la conciencia en Luz, unión, amor y paz.

Por otra parte, siendo el libro esencialmente testimonial, no esperamos encontrar un enfoque científico y riguroso. Deliberadamente hemos suprimido toda cita a pie de página. No queremos entorpecer la frescura directa del testimonio y el sentimiento. Sin embargo, la abundancia de "pathos" nunca irá en detrimento del "loaos".

A lo largo y ancho del libro, el lector encontrará abundantes citas de Ángeles. Responden a las numerosísimas comunicaciones de nuestros Seres de Luz, recibidas a través de la escritura automática o psicográfica de Leopoldo—David. Las leyes de la gramática nos han obligado en algunos momentos a introducir ligeros retoques, que no afectan lo más mínimo al sentido original del texto. Siempre bajo la supervisión de nuestro "médium", tan humilde en humanidad como firme en su fe.

Esperamos que el libro remueva conciencias más que la bilis del cuerpo. Es posible que algunos textos resulten chocantes. Para esos momentos nos atrevemos a pedirle controle su plexo solar y reflexione sin prejuicios. Desde aquí, nuestras más rendidas gracias, porque a veces le resultará la tarea bastante ardua. Y sean cuales fueren sus reacciones, nosotros le prometemos no alterarnos, porque nuestras expectativas son muy modestas: ni nos impulsa la ilusión del éxito, ni nos atemoriza la sensación del fracaso. Tan solo queremos dar testimonio en luz, amor y obediencia. Me parece que fue el filósofo Schopenhauer quien formuló sabia sentencia, digna de tener en cuenta: "las nuevas verdades, al principio hacen reír; luego se las combate y, finalmente, se las acepta como un hecho probado".

PARTE PRIMERA HECHOS Y PROTAGONISTAS

CAPITULO I

LOS HERMANOS DE LA LUZ: ANTECEDENTES

LEOPOLDO

Algo muy grande está ocurriendo en Sevilla. Precisamente en la Sevilla de la EXPO-92. ¿Pura coincidencia en el calidoscopio de la vida?. Supongo que no, porque no creo en las casualidades. Sin embargo, descarten toda similitud con el mastodóntico montaje de la Exposición. Nace a la vera del Guadalquivir. Inicia modestamente su singladura, y no hace escala en la isla y puerto de la Cartuja. Tiene la grandeza de las cosas sencillas y humildes. Y a poco que los Hijos de la Luz cumplan con la Programación de los Ángeles, los pueblos serán testigos de la exaltación del humilde de corazón, que tiene alma de niño. Importantísima misión de unos hombres de a pie, para tiempos de Apocalipsis cercano. ¿Aguantaremos el tirón? ¿Tendremos fe suficiente para hacerlos dignos de la colaboración que se nos pide?. En Sevilla y en los días de la Exposición Universal ha nacido un proyecto, diseñado en el seno del Padre y entregado a los Ángeles, Mensajeros divinos, para su correcta y fiel ejecución en la tierra.

Y entre los mundos invisibles, que organizan la "Gran Movida", y los mundos visibles en los que dormitamos bajo el peso de la materia, egoísta y despreocupada, un conserje sin relevancia social y política, sin vitola de santidad acreditada, como protagonista principal de los hechos que a continuación pasamos a contaros.

En la confesión de fe cristiana que solemnemente proclamamos todos los domingos, decimos y afirmamos creer en el Dios Padre, Creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo Visible y lo Invisible; y en el Credo más simple y primitivo de la Iglesia, llamado "Símbolo de los Apóstoles", profesamos nuestra fe en la Iglesia Católica y en la Comunión de los Santos. La reflexión teológica, que no da un paso adelante sin antes confirmar la solidez del terreno que pisa, no ha profundizado aún en la hermosa comunicación que se produce entre esos dos mundos, en la manifestación directa de la "comunión" de fe y de vida existente entre los Seres del "Más Allá" y los hombres del "Más Acá". De esta vivísima comunicación entre lo visible y lo invisible, entre los Ángeles de Dios y los hijos de los hombres, queremos hablar y dar testimonio, a invitación de los Seres de Luz que moran en la presencia de Dios y que están utilizando la mediumnidad de un hombre, socialmente irrelevante, nacido para la eternidad.

Se llama Leopoldo Cortés Barroso. Y nació en Sevilla un veinticuatro de noviembre de 1943. Estatura media, tirando a bajito. Ojos color castaño que miran de frente. Pero no es altanero. Todo lo contrario. Su nombre en clave es DAVID. En otro momento explicaré qué quiere decir eso del nombre en clave. David tiene que ver con humildad y triunfo de lo pequeño frente a la altanería y la prepotencia. David es su esencia espiritual. Un hombre radicalmente sencillo, tranquilo, a veces interiormente tenso, capaz de reacciones imprevistas, y fácil al desaliento. Un hombre machadianamente bueno, incapaz de ofender o hacer daño. Por no querer contradecir a nadie, puede parecer influenciable, hombre que se atiene a la última opinión recibida. Pero eso es sólo en apariencia; porque Leopoldo sabe muy bien lo que quiere, a qué ha sido llamado y en eso no está dispuesto a ceder un ápice. Conoce muy bien a qué ha venido al planeta Tierra, cuál es su misión y cómo tiene que desarrollarla. Leopoldo es un hombre seguro en todo lo que atañe a su misión. Pero con una seguridad que nace no del dogmatismo y la intolerancia, sino de su fe inquebrantable en Dios, en María, Virgen y Madre, en los Seres de Luz que lo han preparado, lo asisten y guían.

En pocas palabras, Leopoldo es un hombre seguro por su fidelidad a lo que le viene de arriba. Es, finalmente, un hombre firme y sólido en sus convicciones, porque está muy bien dotado para cumplir con la misión encomendada. Es un médium larga e intensamente preparado por Seres de Luz, por Mensajeros de Dios, por Ángeles. Admitimos de entrada todas las dudas del amable lector, así como también esperamos que se le disipen al calor de sus mensajes, de su coherencia y de su testimonio.

Su infancia.

No fue nada fácil la infancia de este hombre. A la temprana edad de siete u ocho años o tal ves menos, —son fechas que no recuerda bien o que su subconsciente no quiere recordar-sufrió la separación de sus padres. A consecuencia de ello, estuvo viviendo alternativamente con sus abuelas paterna y materna. El siempre prefirió a su abuela materna, económicamente menos acomodada, pero mucho más cariñosa.

Sin embargo, las desgracias no vienen solas. No fueron pocas las enfermedades que tuvo que superar. Siendo monaguillo de la iglesia parroquial de San Pedro, donde se bautizó, enfermó del pulmón. El triste recuerdo de aquella época ensombrece su rostro y opta por callar y pasar a otras vivencias más reconfortantes. En cierta ocasión fue a bañarse al Guadalquivir con unos amigos y tuvo tan mala suerte que cayó al rió, empujado en el juego por alguno de ellos. Y sin que nadie se diera cuenta, fue tragado por un remolino. Comprendió que se estaba ahogando; sintió que moría a la par que una sensación sumamente agradable invadía todo su ser. Pero no había llegado aún su hora. Una mano desconocida lo agarró fuertemente por el pelo y lo liberó de las entrañas de un río culto y mansurrón, que todos los años exigía tributo de vidas humanas. Al despertar, se encontró tendido en la orilla contemplando el rostro asombrado de sus compañeros. Leopoldo recuerda este extraño bautismo de muerte y resurrección como una especial providencia divina.

Sus recuerdos de niño no son los propios de una vida escolar normalizada. Fueron muy pocos los meses de colegio. Pocos y no buenos. Con frecuencia tenía que dejar de ir a la escuela para atender a necesidades más perentorias.

—Estudié con los Escolapios en la sección de gratuitos — nos dice-. Me dolía la diferencia de trato. Yo no podía comprender que en la misma casa de Dios tuvieran preferencia los que pagaban. Tampoco entendía el rigor disciplinar, los castigos, que a veces atentaban contra la dignidad de los alumnos. Era otra época.

—De esa corta etapa de colegio ¿recuerdas algo de especial relieve?

—Sí; recuerdo que una tarde al salir del colegio, me fui al campo y, junto a la carretera, me senté sobre unas piedras. Me habían regalado una caja de acuarelas y me puse a pintar las cosas que se me ocurrían. De pronto se me acercó un anciano de aspecto pobre y barba blanca, y amablemente me preguntó: "¿qué estás pintando?". Yo le contesté: "no sé bien". El anciano entonces, mirándome fijamente a la cara, me dijo: "cosas más grandes pintarás". También me contó algunas cosas que no puedo revelar. Y se fue. Yo me quedé llorando de alegría porque me había tratado como un padre. Era muy grande el vacío afectivo de mi infancia.

Estos pequeños recuerdos y el "solemne" día de la primera comunión resumen la memoria de una vida escolar casi inexistente.

— ¿Qué sentimientos guardas de tu Primera Comunión?

— Desgraciadamente, para mí ese día fue como otro cualquiera. Mi asistencia a clase era muy irregular; apenas me enteraba de las cosas. Por otra parte, mi familia no frecuentaba la iglesia. Así ocurrió lo que tenia que ocurrir. Un día me fui al colegio como siempre. Nos llevaron a la iglesia para oír misa. Allí vi. A mis compañeros de curso más alegres que de costumbre, vestidos con el traje de primera comunión, rodeados de padres y familiares. Entonces me vi más solo que nunca, con mi ropilla de siempre y sin saber qué hacer. Cuando llegó la hora de comulgar, le dije a mi maestro que yo también quería hacer la primera comunión. El me dio permiso y sin más requisitos, comulgué. Fue la primera vez. El "día más feliz de un niño". Al llegar a casa de mi abuela le conté que había hecho la primera comunión. Mi abuela me felicitó y me dio dos pesetas. Cada vez que lo recuerdo se me llena el alma de tristeza y también de alegría, porque a pesar de todo, fue un día muy hermoso. Nunca sentí el menor rencor.

—Hace poco te oímos decir que habías estado en África.

-¿Podrías contarnos algo?

Leopoldo sonríe, recordando.

—Si. Cuando tenía once años me fui a vivir a África con mi madre. Condicionados por los trabajos que ella conseguía, estuvimos unos meses en Ceuta, otros en Tetuán y algunos más en Tánger. Seguía estando solo. Mi madre marchaba al trabajo y yo a veces hacía de canguro con alguna familia española. En los ratos libres jugaba con los niños judíos y musulmanes, y así aprendí en poco tiempo lo suficiente como para hablar con ellos en su idioma. Frecuentaba por igual la judería y la morería, y tuve ocasión de comprobar el odio que se profesan árabes y judíos. Más de una vez tuve que mediar entre ambos grupos, con lo que me gané alguna que otra paliza. Pero te aseguro que ese riesgo no me preocupaba. Era mayor mi alegría cuando lograba poner paz entre aquellos niños, educados en el odio y el desprecio. Recuerdo que en una ocasión un grupo de niños árabes me arrinconó, y uno de ellos me puso un cuchillo en la garganta gritándome: "¿eres judío o español?".Yo gritaba: "Español, español". Pero aquel dichoso niño no me hacía caso. Por suerte para mi, otro chico me reconoció, y rápidamente intervino defendiéndome: "¡Dice la verdad, dice la verdad! ¡Es español!". Si no hubiera sido por él, estoy seguro de que lo habría pasado muy mal. Y no eran mejores los niños judíos.

A mí me gustaba asomarme a la sinagoga. No sé por qué, pero me atraía más que la mezquita. Sin embargo no me dejaban entrar y observé que el Rabino dejaba de hablar cuando yo estaba presente. Si somos hijos de un mismo Padre, ¿a qué viene tanta marginación religiosa?

—Poco más de un año estuve en África. Con motivo de una revuelta independentista, mi madre, asustada, me metió en un avión y volví a Sevilla.

La personalidad de Leopoldo va fraguándose a golpes de experiencias. Duras, unas; esperanzadoras, otras. A temprana edad no tiene más remedio que tomar la soledad como compañera de camino. Moisés de Sevilla, es salvado de las aguas; escucha de boca de anciano augurios mejores: "pintarás en la vida cosas importantes"; siente en su propia carne los pecados de la Iglesia; ejercita el ecumenismo con musulmanes y judíos...

Tenía doce años cuando volvió de África. En sus cálidas arenas quedó definitivamente enterrada la vida de un niño que casi nunca pudo serlo. El niño Leopoldo se puso a trabajar como un hombre.

-Recién llegado a Sevilla, me puse a buscar trabajo. Y pronto lo encontré. La Imprenta Piñal, de la calle Granada me colocó de repartidor de paquetes. Fue mi primer empleo. Me duró solo un mes porque encontré otro apaño mejor remunerado: repartidor a domicilio en una tienda de comestibles. Hacía mi trabajo con un triciclo. Pero sólo llevaba diez días cuando, montado en él, me caí en el puente de la Puerta Carmona, con tan mala fortuna —¿mala fortuna?— que me hice daño y tuve que dejar el servicio. Después entré de aprendiz de mecánico en los Talleres de la Cruz del Campo. Finalmente, a los trece años mal cumplidos, conseguí la plaza de botones en la Cámara de la Propiedad de Sevilla. Con el tiempo, fui ascendido a ordenanza, hasta que por fin pude conseguir la plaza de conserje.

De esta manera lograba Leopoldo una cierta estabilidad laboral. Y con ella cerraba un capitulo importante de su vida, para, sin solución de continuidad, abrir el siguiente: su vida afectiva.

Juventud y madurez de Leopoldo.

Con su sueldecito asegurado y su juventud por montera, se lanzó a la calle a la búsqueda de la mujer. Tuvo varias novias. O, para ser más exactos, digamos varios ligues. En alguna

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